Mi participación en la conferencia anual de TRP (o mi experiencia entre gringxs cristianxs LGBTI+)

Justo hace una semana regresé de la conferencia anual de The Reformation Project en la cual fui invitada como ponente y encargada de un taller titulado: Cristianas y Cristianos LGBTIQ en Centroamérica: Realidades, luchas, desafíos y avances de inclusión desde el corazón del continente.

Fue un fin de semana en el cual el objetivo era “Equiparse para el Cambio” a través de talleres, paneles y conferencias magistrales que proveyeron a lxs paticipantes de conocimiento y herramientas para el cambio en la iglesia. ¿Pero cuál cambio? pues justamente la lucha por una iglesia inclusiva y consciente de la gran diversidad de antecedentes, identidades y vivencias dentro del cuerpo de Cristo. Y es que TRP es una organización cristiana de base bíblica cuyo objetivo principal es – en sus propias palabras – promover la inclusión de las personas LGBTI mediante la reforma de la enseñanza de la iglesia sobre orientación sexual e identidad de género. Su visión es de una iglesia global que afirma completamente a las personas LGBTI.

Su organización es un referente muy grande para mí, de hecho, ser parte de su programa de liderazgo anual fue una de las mejores experiencias de mi vida; en tres meses te capacitan teológicamente y también te dan herramientas de organización de comunidades de base. El único problema que encontré, es que el programa está tan enfocado al contexto norteamericano que terminé con un gran vacío sobre la aplicación de todos estos conceptos y todas esas acciones en mi entorno real: Nicaragua y el resto de Centroamérica.  Quedé con tal inquietud que justamente le escribí a la organización para proponerles la creación de un taller que exponga nuestras realidades como personas cristianas y LGBTI en la región centroamericana. La recepción fue mejor de lo que esperé y la organización no sólo aprobó el taller sino que también me invitó a ser parte de su Panel “Estado del movimiento cristiano LGBTQ”, donde pude hablar sobre lo significa buscar la inclusión en contextos sumamente conservadores.

El Panel

El panel, que les invito a ver en este (a partir de la hora y 35 minutos) y este vivo de Facebook,estuvo compuesto por tres personas: Michael Vazquez, fundador de Brave Commons , una organización que promueve el cambio de políticas discriminatorias para la comunidad LGBTI  en universidades cristianas; Jarell Wilson, pastor abiertamente gay de la iglesia Metodista, una denominación que actualmente está debatiendo su postura oficial en cuanto a las relaciones entre personas del mismo sexo y su rol en la iglesia, y yo, una joven – ya no tan joven – que busca comenzar conversaciones y espacios sobre la inclusión LGBT+ en Nicaragua.

En este panel pude contar mi historia, pero sobre todo mi sueño: que la religión deje de ser usada y manipulada por las fuerzas políticas de la región centroamericana para promover discursos de odio hacia las minorías; el cristianismo deje de ser usado como excusa para el fomento de políticas públicas discriminatorias hacia todo aquel que no encaje en ese supuesto ideal cristiano que nos han enseñado desde los altares y pulpitos y que verdaderamente la iglesia utilice su poder para luchar por la justicia social y no para forzar su interpretación de moral a todos los sectores y grupos que forman nuestra sociedad.

Pude contar de la lucha que actualmente está viviendo mi país (#SOSNicaragua) y como nuestras identidades no se toman un descanso: no soy un día lesbiana, otro día ciudadana nicaragüense, otro día mestiza y otro mas, mujer. Y por ende, como el objetivo no debería de ser cambiar al tirano sino cambiar las estructuras y sistemas de opresión de raíz; es decir, defender la importancia de unirnos como ciudadanos luchando por la democracia pero sin dejar de reconocer, visibilizar y celebrar nuestras diferencias.

Finalmente, pude contar cómo hay esperanza para un cristianismo más humano e inclusivo porque descanso que esto está en el corazón de Dios, y que ya diversos líderes en Latinoamérica se están levantando. Les invité a no sólo “orar” por la región sino de verdad a apoyar (no tomar protagonismo) a estos proyectos que están surgiendo. Espero hayan escuchado.

El Taller

El taller Cristianas y Cristianos LGBTIQ en Centroamérica: Realidades, luchas, desafíos y avances de inclusión desde el corazón del continentefue impartido por mí pero definitivamente fue inspirado por todas y todos los líderes que están emergiendo en la región Latinoamericana.

Antes de hacer el taller, tuve conversaciones por WhatsApp y video llamadas con ellos y ellas para poder establecer puntos en común y también nuestras diferencias. De forma interesante pero no sorprendente, nos unen los mismos dos pilares: acuerpamiento a personas LGBTI+ que han sufrido maltrato verbal, emocional o psicológico por el que debería ser el cuerpo amoroso de Cristo y en segundo lugar, un compromiso por la enseñanza de una teología inclusiva.

En este taller pude exponer varios temas que desgraciadamente nunca son tocados en contextos y espacios “primer mundistas”. Por ejemplo, cómo la iglesia anglosajona continua viendo a los países latinoamericanos como junglas o desiertos donde ir a hacer misiones de corto plazo es la necesidad: dar medicinas, comida o juguetes, hablar de Cristo una o dos veces y sentirse bien siendo estos salvadores blancos entre tantas personas marrones y pobres. Comenté de una forma bastante directa lo molesto que es ser percibidas como las personas que necesitan “ser salvadas” y no como iguales, como parientes en Cristo que necesitan ser empoderados y empoderadas y no simplemente “rescatados”.

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¿Podés ubicar en un mapa a los países de Centroamerica?

Antes de iniciar el panel hice un pequeño ejercicio. Le pedí a los y las participantes que intentaran ubicar los siete países de C.A en el mapa. Bien por Costa Rica y sus viajes misioneros de corto plazo, fue el único país que pudieron ubicar.

Pude exponer la historia centroamericana y cómo esta está tan entrelazada con la historia estado-unidense y sus intereses politicos, religiosos y económicos en nuestra región. Cómo su fundamentalismo evangélico fue usado como arma en contra de la recientemente popular Teología de la Liberación, allá por los años sesenta.

La verdad estuve muy agradecida por la recepción y la comprensión de estas diferentes problemáticas. Me hicieron preguntas muy interesantes y definitivamente por los menos en ese espacio en particular, lxs gringxs pusieron su barba en remojo y estuvieron dispuestos y dispuestas en escuchar una perspectiva diferente a lo que comúnmente les enseñan en sus escuelas e iglesias.

El viernes por la noche

Antes de irme pude disfrutar de buenas conversaciones, de risas, de karaoke y hasta perreo intenso (si crees que bailar es pecado, ¡te estás perdiendo de un gran ejercicio y de una liberación de endorfinas!) junto a hermanos y hermanas en Cristo que están igual de comprometidxs por esta gran causa de hacer a la iglesia un lugar seguro y amoroso para todas las personas. Me fui con nuevas amistades, y grandes conexiones. Viví cosas que hace diez años ni soñaba experimentar, conocí personas que en mi adolescencia ni siquiera sabía que pudieran existir. Me fui renovada y con nuevas energías para luchar en nombre de mi yo adolescente que sufrió tanto,  y por todas esas personas que están pasando por el mismo sufrimiento que yo pasé y deseando que nunca nadie más tenga que pasar por lo mismo.




Sofia Vargas Sandoval